sábado, 29 de septiembre de 2012

A los chavistas.


Chavista, me dirijo a ti sin ningún ánimo de faltarte el respeto. Quisiera que por favor, si te parece importante el futuro de nuestro país, tomaras 2 minutos de tu tiempo en leer esto. Se trata de un intento desesperado por hacerte reflexionar ante la situación actual.

Antes que nada quiero que tomes en cuenta que yo soy una joven venezolana, médico egresada de la UCV, apenas en su primer año ejerciendo la carrera. Gracias a ella, mi realidad no es única sino que se entrelaza con las realidades de miles de pacientes y otros profesionales de la salud que se han cruzado en mi camino. Lo que describo a continuación (y que he descrito en publicaciones anteriores) no es más que experiencia personal. No veo Globovisión, de hecho prácticamente no veo televisión, aunque sí he visto un par de minutos de las cadenas presidenciales.

Este video muestra a nuestro presidente, Chávez (del cual eres adepto), refiriéndose a NUESTROS problemas como algo bastante insignificante. Lo que es importante, según su mensaje, es permanecer en el poder.


¿No te sientes ofendido de que él se refiera a las carreteras deterioradas, a los apagones, A LA INSEGURIDAD, como cosas insignificantes? Tal vez, solo tal vez, si él también las estuviera viviendo, podríamos darle la razón. Pero NO AMIGO, ÉL NO SE CALA ESAS COSAS. ¿No te ofende que él menosprecie lo que a ti te causa malestar? ¿O es que no te molesta en absoluto que se vaya la luz todos los días, que no puedas ser atendido en los hospitales, o que roben y maten a tus vecinos o peor, A TUS SERES QUERIDOS? Yo me sentiría MUY OFENDIDA.

Chávez promete que su próximo gobierno será "más eficiente"… Yo te pregunto ¿no te parece suficiente 14 AÑOS como para haber resuelto todos estos problemas? ¿Resolverá en 6 años lo que no ha resuelto en 14? Usa la lógica y el sentido común.

Quiero que te des cuenta de que no estamos hablando aquí de una ideología política. Si de verdad, DE VERDAD crees en el socialismo, tienes que darte cuenta de que NO VIVIMOS EN ÉL. Si fuera así, en el hospital donde yo trabajo, por ejemplo, todos los pacientes se irían de la consulta con sus medicamentos, no tendrían que pagar por ellos en una farmacia. O no tendrían que pagar por un examen de sangre, porque en el hospital no lo hacen.  ¿Crees que este hospital es el único de toda Venezuela donde ocurre esto?

Si viviéramos en socialismo, no existirían clínicas: LA SALUD FUERA 100% GRATIS Y DE CALIDAD. Los CDI son apenas un pañito de agua tibia para aliviar algo del malestar, pero no es la solución real. Muchos CDI no funcionan correctamente: no hay laboratorios o Rx. Los médicos les dan medicamentos gratis, ¡buenísimo! ...pero ¿qué medicamentos? Amoxicilina para una gripe, cuando las gripes son VIRALES… ¡Y esto es apenas un ejemplo! Imagínate si hablamos de economía, vialidad, EDUCACIÓN, empleo…

Te pido que, por favor, tomes en cuenta todo esto y veas si de verdad vale la pena darle una tercera oportunidad a Chávez. Con todo y sus "buenas obras", no es suficiente para dejarle en sus manos el poder por 6 años más. No votes por "agradecimiento". Tal vez Chávez te dio una casa, pero piensa en los millones de venezolanos aún sin casa, viviendo en ranchos. Tal vez Chávez te dio una casa, pero mataron a un vecino o peor, a un familiar, para robarle el teléfono. Tal vez Chávez te dio una casa, pero se va la luz y el agua todos los días. ¡Toma en cuenta todo eso! No sientas remordimiento de votar en su contra, porque aunque qué fino, te dio una casa, sigues viviendo en el país con un alto índice de delincuencia y corrupción, uno de los más altos del mundo. Y sigues viviendo en el país con la tasa de inflación más alta de Latinoamérica.

Reflexiona. Tienes edad para votar, debes tener conciencia de lo que pasa a tu alrededor. Necesitamos un cambio. Hay algo mejor, y te lo mereces o, por lo menos, tus hijos se lo merecen. Vota por ti y por ellos.

A los "ni-ni"


Ni-ni, me dirijo a ti sin ningún ánimo de faltarte el respeto. Quisiera que por favor, si te parece importante el futuro de nuestro país, tomaras 2 minutos de tu tiempo en leer esto. Se trata de un intento desesperado por hacerte reflexionar ante la situación actual.

Si eres "ni-ni", probablemente estés consciente de todas las fallas del gobierno de Chávez: vías intransitables, hospitales colapsados, desempleo, escasez de algunos productos, la inflación más alta de Latinoamérica y la inseguridad, una de las más altas del mundo. Pero no te convence Capriles, o eres de los que "no les interesa la política", como dicen muchos por ahí.

Con todo respeto te digo que, si no votas, estás cometiendo un grave error. Si estás tan harto de la política es porque, probablemente, TODO el mundo habla de eso. Y ¿sabes por qué TODO el mundo habla de eso? Simplemente PORQUE ES IMPORTANTÍSIMO. A mí no podría importarme menos la política, pero conozco su importancia y, sobre todo, EL PAPEL QUE JUEGO EN ELLA. Puedo entender que no te interese porque, en realidad, a mí tampoco me interesa, pero no puedes ignorarla. Si estás consciente de que Chávez no ha cumplido con el país, perfecto, es un primer paso. Si Capriles no te convence, primero pregúntate por qué, y luego averigua si hay algo que contradiga esos argumentos. Segundo, toma en cuenta que no te gusta Chávez, pero si NO VOTAS EN SU CONTRA, ÉL SEGUIRÁ EN EL PODER, con su gobierno ineficiente. Si no votas, le estás pintando una gran paloma al país donde vives, donde vive tu familia y donde vivirán tus hijos. ¿DEBERÍA IMPORTARTE O NO?

Capriles es, por ahora, LA ÚNICA OPCIÓN QUE TENEMOS, y no es en lo absoluto un "peor es nada". Tiene propuestas concretas, que resuelven los problemas reales que tenemos los venezolanos; tiene un mensaje de unión y paz, y tiene experiencia en lo que hace, todo lo contrario a Chávez. ¿Si la gente le dio la oportunidad a un GOLPISTA, no se la daremos a un hombre ESTUDIADO Y CON EXPERIENCIA?

Que no te dé flojera reflexionar; si tienes edad para votar deberías tener la conciencia para pensar en tu presente y en el futuro que te espera.

domingo, 16 de septiembre de 2012

La realidad, una de tantas...

Tristeza. Desesperación. Impotencia. Son las palabras que aparecen en mi mente cuando pienso en los defensores del chavismo. Y más que palabras, son los sentimientos que se apoderan de mí cuando veo o escucho algo relacionado con dicha "corriente".

Hablaba hace algunas semanas con alguien (cuya orientación política real desconozco) sobre el por qué existen chavistas todavía. Mi premisa era "¿Es en serio? ¿Cómo no se dan cuenta de lo MAL que está todo?"...Su conclusión fue: "tu realidad no es la misma realidad de otros."

Hablando de la inseguridad, me ilustró un ejemplo. "Si una persona ha vivido toda su vida en el peor barrio de Caracas, probablemente esté acostumbrada a escuchar tiros todos los días; quizás hasta esté acostumbrada a apartar el cadáver de la entrada de su casa, sin rollo. Pero vino Chávez, y le dio la 'oportunidad' de conseguir pollo para alimentarse a un precio 'más accesible'. Esta es su realidad: la inseguridad es algo 'normal' para estas personas, en cambio encontrar pollo barato es casi que una 'bendición'. Punto para Chávez." Desde ese momento entendí un poco mejor por qué todavía existen los chavistas, pero me tomó varias semanas comprenderlo casi en su totalidad.

Mi realidad es distinta a la realidad de otros, es verdad. Pero gracias a mi carrera he podido conectarme (aunque no quiera) con la realidad de muchísimas personas. Y la realidad es... que Venezuela está bañada en ignorancia. Como me ilustró esta persona: para la mayoría de los venezolanos, que maten a alguien todos los días para robarle el teléfono es algo NORMAL. Que los hospitales estén colapsados, sin insumos, con una infraestructura deficiente... es NORMAL. Que las carreteras y autopistas estén llenas de huecos... es NORMAL. Que las niñas de 13 años salgan embarazadas, es NORMAL; que todo cueste uno o los dos riñones, es NORMAL; que la gente se gradúe y pase un par de meses (o años) desempleada, es NORMAL. ¡Es LAMENTABLE, que para la mayoría de los venezolanos, todas estas cosas nefastas sean normales! ¡Tristeza, desesperación e impotencia, otra vez!

Para este mismo grupo de venezolanos, encontrar un pollo barato NO ES NORMAL: es una bendición. Encontrar un médico cubano a la vuelta de la esquina, es una bendición. Que puedas graduarte de docente, abogado, o MÉDICO... es una bendición... Y todas estas "bendiciones" han venido de la mano de Chávez. Lo que la gente no ve (o no le da la gana de ver), sumidos en su ignorancia masiva, es qué tan 'benditas' son esas bendiciones. ¿Es el pollo de buena calidad? ¿El médico cubano te da la atención que necesitas? ¿Qué tan preparado estás como abogado, como médico integral? De estos últimos tengo tantos testimonios que necesitaría otro blog. ¿Entonces? ¿Realmente son BENDICIONES?

Tristeza, desesperación e impotencia de nuevo, se apoderan de mí al pensar que la gente va a darle su voto a Chávez por estas pseudobendiciones... Le darán su voto a Chávez por lo que "ha hecho" (¡aunque esté mal hecho!), en vez de negarle el voto justamente por lo que NO HA HECHO, POR TODO LO QUE LE FALTA POR HACER. Ya han pasado 14 años, tiempo suficiente para hacer que la mayoría de las cosas funcione.

¿Realmente tenemos a la Venezuela que queremos? Pensemos un poco. O mejor, pensemos bastante. Si la respuesta es No, lo que tienes que hacer es VOTAR. Si no votas, quiere decir que no te importa en lo más mínimo si tienes la Venezuela que quieres o no. Si la respuesta es ... no sé que decir. Te haría una referencia al psiquiatra, tal vez.

jueves, 30 de agosto de 2012

Mañana trabajo.

Mañana trabajo. Mañana me toca pasar consulta de medicina general en un hospital al sur del estado Aragua.

Mañana me toca ver diez pacientes embarazadas, de las cuales nueve son menores de 18 años. De estas nueve, habrá siete controlando su segundo embarazo.

Mañana me toca ver a cuatro adultos mayores que toman una pastilla porque se la dieron los médicos cubanos, sin saber su nombre, ni para qué sirve, porque los médicos cubanos no les dijeron (y ellos tampoco preguntaron).

Mañana me toca ver por lo menos un paciente que me mostrará un récipe con errores ortográficos y con unas indicaciones incompletas, escritas por algún “médico” integral comunitario o por un médico cubano… no lo sabré, porque el récipe no tendrá sello.

Mañana me toca ver seis pacientes que no han mejorado desde la última consulta, porque no pudieron cumplir el tratamiento que les mandé. La razón (dicha por ellos mismos): no tienen dinero para comprarlo o no lo hay en las farmacias.

Mañana me toca ver ocho niños con parásitos y problemas respiratorios recurrentes.

Mañana me toca ver a cinco pacientes que no me darán los buenos días al llegar, ni las gracias al salir. Sus edades estarán comprendidas entre los 17 y 30 años, y ninguno contará con título de bachiller, ni técnico medio; mucho menos un título universitario.

Mañana me toca ver por lo menos una paciente con seis hijos de seis padres diferentes… sin trabajo  y viviendo en una casa hecha de láminas de zinc.

Mañana me toca ver a dos pacientes que llegaron tarde a la consulta porque no había transporte o la vía estaba en malas condiciones (posterior a las lluvias). Me rogarán que los atienda fuera del horario ese mismo día, porque no tienen dinero para volver a tomar el transporte y venir en otro momento.

Mañana me toca ver a una embarazada de 13 años que abandonó los estudios de la misma forma en que el novio la abandonó a ella.

Mañana me toca ver a cuatro pacientes desempleados.

Mañana probablemente trabajaré con luz por la planta eléctrica del hospital (siempre y cuando no falle)… Mientras el resto del pueblo no tiene luz.

Mañana tal vez no haya agua para lavarme las manos después de realizarle el examen ginecológico a una paciente con infección vaginal.

Mañana me iré a la residencia inmediatamente después de terminar la consulta, porque la última vez que caminé por el pueblo, a escasas dos cuadras del hospital en pleno mediodía me atracaron.

Todo lo descrito anteriormente representa un día típico, promediado entre las 40 consultas que he hecho en estos 10 meses de médico rural. La gente podría decirme que no sea utópica o idealista, que en cualquier lugar del mundo existen estas “imperfecciones” o “detallitos”…

Pues bien… PRIMERO: no considero que estos sean “detallitos”. Son cosas BÁSICAS de las cuales carecemos. SEGUNDO: no niego que en otros países la situación sea igual o peor, pero, ¿por qué nos engañan? ¿Por qué hay quienes afirman que TODO ESTÁ BIEN Y FUNCIONA PERFECTAMENTE? Porque ése es el mensaje que me llega tanto del gobierno como de sus simpatizantes… NO SE QUEJAN DE NADA, SOLO SE ENFOCAN EN CELEBRAR LOS “LOGROS”...

Y yo me pregunto… ¿cuáles logros? Porque si de verdad fueran tan EVIDENTES, DEFINITIVOS Y CONTUNDENTES, yo no tendría necesidad de investigar para comprobar su existencia… y por otro lado, ¿de qué sirven esos “logros” si la salud del pueblo sigue en deterioro? Es cierto que parte de la responsabilidad recae en el gobierno, pero otra parte muy importante recae en la población. Pero si analizamos, ese fallo de la población tiene su origen en la falta de educación… ¿y de dónde se origina la falta de educación? ¡Aquí también es responsable el gobierno!

Abran los ojos... Si el gobierno actual en 14 años no ha siquiera empezado a mejorar la salud de las personas, ¿cómo podemos estar tan seguros de que lo hará en 6 años?

NO MÁS PRÓRROGA. Denle la oportunidad a otro.

martes, 19 de junio de 2012

Janteloven


Hace algún tiempo, no recuerdo exactamente cuándo, ni por qué, me puse investigar sobre los países nórdicos. En el camino a Wikipedia me topé con el más pequeño de estos países, Dinamarca, y me dispuse a leer lo que decía la página sobre él. Resultó interesante ver que según un “índice de paz global” Dinamarca se sitúa en el segundo lugar entre los países más pacíficos del planeta, solamente superado por Nueva Zelanda. Ante tal característica, me dediqué a leer más profundamente acerca de aquellas lejanas tierras.

Me encontré con que Dinamarca es uno de los países con menos conflictos internos, y con la mayor igualdad social. Decía que todos los partidos, independientemente de su ideología, se avocaban a velar por los intereses de todos los daneses y a mantener la igualdad social que los caracteriza.

Yo solo pensaba… ¿la gente se imaginará a Venezuela con esas características? ¿Podrán imaginarse a una Venezuela con conflictos internos prácticamente inexistentes? … ¿Podrán imaginarse a los partidos políticos, tan antagónicos, trabajando juntos o separados para lograr las mismas cosas? Progreso, bienestar, justicia social…

Algo que me llamó poderosamente la atención en cuanto a la cultura danesa (o tal vez nórdica en general) es que ellos aplican la llamada Ley de Jante (Janteloven, en danés). En resumen: los daneses desaprueban cualquier actitud que siquiera asome la sutil posibilidad de que te consideres mejor que otra persona.

Me produce una risa sarcástica pensar en esta “ley”, que si bien es ficticia (no está en el código penal ni nada, fue concebida en una novela), bien podría ser una verdadera ley de vida. Me causa risa al ver constantemente comentarios racistas, clasistas y denigrantes en las redes sociales. Pero, ¿por qué habría de causarme risa? Porque quienes publican esos comentarios no son gente del primer mundo, desarrollados. Son venezolanos, son personas nacidas en mi país; un país tercermundista y mestizo, zambo y mulato.

Soy testigo de cómo asocian a los negros con delincuencia (aunque esto también lo he visto en países “desarrollados”), asumen que las peruanas, bolivianas o ecuatorianas nunca ganarían un Miss Universo, y que las mujeres de servicio ("cachifas") solo saben de telenovelas y de programas como “Quién tiene la razón.” Más recientemente, incluso han descalificado a los mismos venezolanos (como fue el caso de Yaracuy). Les encanta, además, envanecerse de su apellido extranjero (que poco o nada tiene que ver con ellos, realmente).

Me causa gracia porque ellos juran que están reafirmando su estatus de “superioridad” intelectual y socioeconómica al publicar comentarios de ese estilo. No amigo; no amiga. Qué triste por ti, pero, cuando te burlas de una señora de servicio, de un afrodescendiente o de una boliviana, lo único que haces es gritar a los cuatro vientos tu patético tercermundismo y tu subdesarrollo atroz. Mira a Dinamarca: si un danés llega a insinuar minúsculamente que se considera mejor que otro, tal como tú lo haces, toda, TODA LA SOCIEDAD te desprecia. Y tú terminas humillado, como la porquería de ser humano que eres. En el caso de Yaracuy y otros estados del interior del país, me causa aun más gracia: pensar que en ningún país desarrollado se burlan de sus propios estados. ¿No les parece ridículo? A mí me parte de la risa, verlos llenos de vanidad, y ver cómo idiotas, huecos como ellos, los aplauden, comparten sus comentarios, le dan like, los retuitean. Y yo riendo como un reflejo para bloquear la profunda indignación que me causan.

Yo creo que si en Venezuela aplicáramos la Ley de Jante, viviríamos mejor que en Dinamarca, al menos en un ámbito. Lo de la inseguridad, los problemas de salud y educación, es harina de otro costal…